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Posted on 15:02:00 by Frikilologos UCM and filed under
"Las artes y las humanidades desempeñan una función central en la historia de la democracia, pero así y todo, muchos padres se avergüenzan de que sus hijos estudien arte o literatura. Aunque la filosofía y la literatura han cambiado el mundo, es mucho más probable que un padre o una madre se preocupen porque sus hijos no saben nada de negocios que porque reciben una formación insuficiente en materia de humanidades."


Ruth O´Brien, en el prólogo de Sin fines de lucro.

Mi primer jefe de departamento, cuando me entrevistó para el puesto que ahora ocupo, se me presentó como "Fulanito de tal, licenciado en empresariales." Era el mismo tipo que me soltó perlas tan maravillosas como "aquí no importan los libros ni saber de ellos. Aquí lo que importa es vender" o "los libros se venden de la misma manera que los clavos". Nunca bajaba a la librería, claro, delegando su trabajo en los encargados (a los que siempre hemos considerado nuestros verdaderos jefes), pero para una vez que atendió a una cliente, escribió Goethe en la base de datos tecleando GETE y tuvo la cara de decir que no lo teníamos en catálogo con tal de no preguntarme a mí (por si os lo preguntáis, por cierto, corrí detrás de la cliente para indicarle dónde estaban los libros del escritor alemán). Y siempre, siempre, mantenía un poco las distancias; como si fuera superior a nosotros, pequeños libreros licenciados en filología, historia o biblioteconomía que no iban a poder aspirar a un puesto mejor. Ahora él está en otro cargo, pero sigue de jefe y viento en popa a toda vela. Y es que hace mucho tiempo que sé qué tipo de gente mueve el mundo.

La lectura del libro que nos ocupa, Sin fines de lucro, me ha hecho pensar mucho más de lo normal en la situación de las humanidades y las artes en el mundo que nos ha tocado vivir. Y el panorama que he vislumbrado no es muy consolador.

Martha C. Nussbaum es filósofa y profesora de Ética y Derecho en la Universidad de Chicago. En Sin fines de lucro hace un planteamiento sorprendente en medio de la avalancha de libros sobre la crisis que ahoga las librerías: la verdadera crisis mundial que nos afecta y desde hace décadas es la crisis en materia de educación.

Hay un preocupante desinterés y descuido en la educación de los estudios humanísticos, en todos los niveles. Se apuesta por fomentar los estudios de negocios, la rentabilidad a corto plazo, por medio del desarrollo de capacidades prácticas para conseguir un beneficio económico, por encima del estudio de las Letras y las Ciencias. Antes, en mi época, la panacea era estudiar Derecho. Ahora, si quieres ser alguien, se ve que tienes que estudiar Empresariales, Económicas o ADE.

"Dada la naturaleza de la economía de la información, los países pueden aumentar su PBI sin preocuparse demasiado por la distribución en materia educativa, siempre y cuando generen una élite competente para la tecnología y los negocios."

"Cabe preguntarse qué sucede con el arte y la literatura, dos disciplinas de gran valor en la educación para la democracia. Antes que nada, la educación para el crecimiento mostrará cierto grado de desprecio por ambas, ya que a simple vista no derivan en el progreso económico de la persona ni de la nación. Por ese motivo, los programas relacionados con las artes y las humanidades están sufriendo recortes en todo el mundo, para dar lugar al desarrollo de la técnica."

La traducción en Europa de este preocupante planteamiento es el plan Bolonia en las universidades, con su reconversión orientada por los mercados. Manuel Barrios fue muy sencillo y contundente a la hora de explicar este cambio: las facultades de Filología se acabarán convirtiendo en institutos de idiomas, las de Geografía e Historia en gestión del patrimonio y turismo cultural y las de Filosofía en escuelas de autoayuda. Con Bolonia, ha comenzado una presión a las ciencias humanísticas para mostrar su rentabilidad. Si no son rentables, sufrirán reducción de presupuestos, fusión de departamentos y, al final, la desaparición, como ya está ocurriendo en países como Gran Bretaña.

"Distraídos por la búsqueda de riqueza, nos inclinamos cada vez por esperar de nuestras escuelas que formen personas aptas para generar renta en lugar de ciudadanos reflexivos. Bajo la presión de reducir los gastos, recortamos precisamente esas partes que resultan fundamentales para conservar la salud de nuestra sociedad."

La tesis de Nussbaum está muy influida por la de pensadores como Tagore y John Dewey.

Al igual que sus predecesores, Nussbaum propone que se dé una importancia prioritaria a las humanidades y el arte frente a la simple educación para la renta. Ellas nos dan la creatividad, la empatía, el pensamiento crítico frente a la falta de razonamiento. Los estudios encaminados al mundo de los negocios no forman personas abiertas, comprometidas, con una capacidad de análisis crítico de la realidad. No forman, hablando claramente, ciudadanos que cuestionen y analicen las situaciones. Si todo lo encauzamos al dinero y el negocio, ¿dónde queda lo demás, lo que verdaderamente importa?

Al igual que Algo va mal de Tony Judt, Sin fines de lucro es más un manifiesto que un estudio que exponga unas bases para empezar a cambiar las tornas. Sin embargo, sí que da unas pautas que todos los pedagogos, profesores y Ministerios de Educación del mundo deberían tener en cuenta:

-El estudio de las humanidades y las artes (plásticas, teatro, música), estimula el cultivo del propio mundo interior, pero también la sensibilidad ante los otros, la imaginación narrativa, la comprensión y el espíritu crítico. Quizás ahora estas cosas, en un mundo que necesita embotar la conciencia moral y en consecuecia quiere personas que no reconozcan lo individual, que hablen una jerga grupal y que se comporten como tales, se ven como un peligro. Pero una base en ellas en todos los estudios y carreras no estaría mal.

-Frente a la pedagogía de la memorización (que por otro lado es una herramienta tan útil para desvalorizar las disciplinas humanísticas desde fuera), Nussbaum recuerda la importancia del método socrático en las escuelas y universidades.

-Es muy importante que los grupos de estudiantes sean reducidos o estén divididos: así se potencia el intercambio de ideas, los trabajos por escrito, las conversaciones sobre ellos, etc. En teoría esto iba a hacerse en el plan Bolonia, pero que levante la mano alguien que pueda decirme que se cumple o que esté funcionando bien. Para que esta parte se lleve a cabo correctamente hay que invertir en potencial humano, con más profesores y más compromiso de los participantes. Por muchos trabajos que se obliguen a hacer y que un 20% de la nota final dependa de la asistencia a clase, si éstas siguen siendo de más de treinta alumnos y seguimos teniendo catedráticos sin amor por la pedagogía y con un trato distante y jerárquico, mal vamos.

"Si no insistimos en la importancia fundamental de las artes y las humanidades, éstas desaparecerán , porque no sirven para ganar dinero. Sólo sirven para algo mucho más valioso: para formar un mundo en el que valga la pena vivir, con personas capaces de ver a los otros seres humanos como entidades en sí mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos, y también con naciones capaces de superar el miedo y las desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión."



Sin fines de lucro es una lectura importante y creo que básica para las personas que amamos la cultura, así como para los pedagogos que siguen interesándose de verdad por la buena educación. Es un texto que invita a la reflexión, a contemplar el panorama que nos rodea con ojo crítico. Es un grito de alarma, una llamada de socorro, pero también una pequeña luz de esperanza que puede suponer la primera piedra en nuestra lucha por conseguir un mundo mejor.
SIN FINES DE LUCRO, Martha C. Nussbaum.
Editorial KATZ.
Madrid, 2010.
ISBN: 9788492946174
Tapa blanda
16.50 euros.


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Publicado por La Belle Dame Sans Merci para La isla de Calipso el 1/22/2011 03:07:00 PM
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