La semana pasada hablábamos de Rodas y de su rico pasado, pero no hicimos mención de la presencia judía en la isla, atestiguada desde el siglo II. Durante el período otomano, después de la expulsión de los judíos de la Península Ibérica, una próspera comunidad sefardita se asentó en la capital. Todavía hoy se pueden recorrer las calles de la vieja judería y visitar su sinagoga, la más antigua de Grecia.
Uno de los lugares más concurridos del casco antiguo es la Plaza de los Mártires Judíos. En su centro un monolito hexagonal de piedra negra recuerda a los 1604 judíos de Rodas y Kos deportados a los campos de concentración nazis en 1944.
Cada una de las caras del monumento presenta la misma inscripción en un idioma diferente: griego, hebreo, inglés, francés, italiano y sefardí, la lengua de los judíos de la Península Ibérica, que ocupa un lugar destacado en este emotivo rincón de la ciudad de Rodas.
A pocos pasos de allí se conservan los restos de una iglesia de la época de los caballeros, la Παναγία του Μπούργκου o Virgen del Burgo. La techumbre se derrumbó con el paso del tiempo y hasta hace unos años los coches pasaban por el medio. En una remodelación del siglo pasado se excavaron los cimientos de la iglesia y salieron a la luz el suelo y el arranque de los pilares que sostenían las arquerías góticas. Hoy en día el tráfico se ha desviado y sólo se mantienen en pie algunos muros en los extremos del edificio.
No es fácil encontrar espacios abiertos en el casco antiguo de Rodas, con sus calles estrechas y su trazado medieval, así que los niños del barrio aprovechan el solar de la vieja iglesia y los restos de sus arcos para jugar al fútbol.
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Publicado por Blogger para ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ el 5/05/2014 02:36:00 p. m.
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