26 abril 2014

[ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ] Primavera en Rodas

Esta Semana Santa he vuelto a Grecia para pasar unos días de vacaciones en Rodas. La mezcla de culturas y su rico pasado son algunas de las señas distintivas de esta isla, la más oriental de Grecia después de la pequeña Castelórizo. Paseando por el casco antiguo de la capital podemos encontrar restos de templos antiguos, iglesias y fortificaciones bizantinas, murallas medievales y edificios góticos construidos por los caballeros hospitalarios de la Orden de San Juan, que gobernaron la isla durante doscientos años, o mercados, fuentes, minaretes y mezquitas de la época otomana.

Vista de Rodas desde el mar.
Rodas. Calle de los caballeros.

Rodas. Plaza de Hipócrates.
A unos 60 kilómetros al sur de la capital está el precioso pueblo de Lindos con su imponente acrópolis, donde las columnas dóricas se recortan sobre el azul del mar junto a edificios medievales de la época de los caballeros.

Playa, pueblo y acrópolis de Lindos.

Acrópolis de Lindos

Acrópolis de Lindos
Hay otras joyas quizás menos conocidas en esta isla sorprendente, como la apacible cumbre de Filérimos, que esconde entre los árboles un monasterio bizantino y una iglesia construida por los caballeros sobre los restos de los templos de la antigua Iálisos. O las ruinas de Cámiros, que en una escenografía espectacular se extienden por la ladera dejando ver al fondo el mar, la isla de Simi y las cercanas costas de Turquía.

Filérimos

Cámiros
A Simi se puede llegar en poco más de una hora en alguno de los barcos que zarpan a diario desde Rodas. El encantador puerto de Simi, con sus casas de tejados a dos aguas y fachadas de colores variados, ofrece una imagen diferente de la postal típica de las islas del Egeo. En la costa sur de Simi se encuentra la recoleta bahía de Panormitis con su monasterio del siglo XVII rodeado por un bosque de pinos.

Simi

Puerto de Simi

Monasterio de Panormitis

Bahía de Panormitis
Grecia es una tierra siempre sorprendente, pero viajar por ella en primavera, cuando todavía no han llegado las grandes masas de turistas y la naturaleza muestra su cara más amable, le añade un encanto especial. Las flores y la hierba dan un toque de color a las viejas ruinas, que en verano presentan un aspecto más bien desolado.

Lindos

Templo de Apolo en Cámiros

Acrópolis de Rodas. Estadio.

Acrópolis de Rodas. Templo de Apolo

Pero a veces, las flores y la maleza, combinadas con la falta de presupuesto, pueden llegar a ocultar por completo los restos antiguos, como en esta casa helenística de la ciudad alta de Rodas, de la que no se puede distinguir el más mínimo vestigio.




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Publicado por Blogger para ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ el 4/25/2014 03:29:00 p. m.

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