En las últimas entradas de nuestros queridos compañeros he visto la sombra de un nombre bastante conocido para todos: Platón. Esto me ha recordado otro poema también recogido en la antología de Luis Antonio de Villena de la que ya hable en mi entrada anterior: La lógica de Orfeo. Platón, al legarnos esa magnífica fantasía según algunos y, según otros una verídica historia sobre un continente perdido, al hablarnos a través de su maestro y al enseñarnos ideas (nunca mejor dicho) sobre sus teorías, creó un gobierno perfecto, la “república”, construido en base de todo aquello que él pensaba. Una de las cosas de la construcción de este estado ideal que más sorprende es el rechazo que Platón hace de los poetas. Pues bien, con esta idea un poeta actual llamado Alberto Tesán crea un poema que refleja claramente lo que Platón pensaba con exactitud de este “gremio”. El poema se titula Platón aconseja a un guardián de la república.
Si a nuestra casa llega en pleno invierno
un poeta, guarécele del frío
temporal, dale trato amable y cama
y cuando se despierte que reciba
comida en abundancia. Mas escucha
atentamente: saciado el ignorante
debes mostrarle, firme, la salida
pues en sus ojos pueden verse sombras
de un tiempo que es de escarcha en la memoria.
Una vez más la antigüedad resurge en boca de nuevos intelectos, una vez más queda demostrado que el mundo antiguo vive plenamente en nosotros.
Festina Lente!
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